¿Cómo se forman los
colores del arcoíris?
Usualmente, un arco iris se puede
observar en la dirección opuesta del sol. La luz del arco iris es reflejada al
ojo, a un ángulo de 42 grados en relación con el rayo de sol. La forma de arco,
es parte del cono de luz que es cortado por el horizonte. Si usted viaja hacia
el extremo de un arco iris, éste se moverá adelante de usted, manteniendo su
forma. Por lo tanto, no hay realmente un final en un arco iris, ni tampoco una
hoya llena de oro esperándole allí. Debido a que el ángulo de inclinación de 45
grados es medido desde el ojo de cada observador, no hay dos personas que vean
exactamente el mismo arco iris. Cada persona se encuentra en el centro de su
propio cono de luz. Desde el punto panorámico del alto de una montaña o de un
avión, se puede observar en ciertas ocasiones, un circulo completo del arco
iris.
¿Cómo se separan entre
ellos?
Cabían dos posibilidades en un experimento, o bien el prisma daba
color a la luz, o la luz era la mezcla de todos los colores y el prisma se
limitaba a descomponerla. Para comprobarlo, utilizó el segundo prisma. Comprobó
que ahora sólo cambiaba el ángulo, pero no el color. Es decir, si habíamos aislado
el rojo, al atravesar el segundo prisma seguía saliendo rojo. Y así con todos
los colores. Dedujo que los colores del arco iris eran colores puros, mientras
que la luz blanca era la mezcla de todos ellos. El prisma no añadía ninguna
cualidad a la luz, sino que la descomponía. Al proyectar los colores y
juntarlos de nuevo, la luz volvía a ser blanca.
Conclusión científica: Al hacer pasar la luz
por un prisma de cristal, las distintas longitudes de onda que componen el haz
de luz viajan dentro de él a diferente velocidad y se curvan de manera
diferente al entrar y al salir (doble refracción al cambiar de medio) dando
como resultado un haz desviado de la dirección inicial y con sus componentes
separados. Así surge el espectro solar.
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