El periodo de
celo nos indica que la perra puede reproducirse y está físicamente
preparada para ser madre. Este periodo dura entre 15 y 20 días y los
síntomas son un aumento de la vulva y sangrado.
Una perra que está
preparada para reproducirse lo hará notar ladeando su cola y exhibiendo su
vulva. La hembra ovula en el segundo día de celo con el sangrado, por lo que
ese será el mejor momento para cruzarse.
Su primer celo se da cuando
tiene entre seis y diez meses de edad, siendo el intervalo entre celo y
celo de 6 meses. Pero los veterinarios recomiendan esperar al segundo sangrado
pues todavía es demasiado joven y sus ovarios aún no han madurado.
Por lo
tanto, su aparato reproductor funciona a pleno rendimiento en su segundo
sangrado (alrededor del año o años y medio). La edad ideal para la primera reproducción son los 2 años de
edad que es cuando ha dejado de crecer y para su última reproducción son los 5 años. Además, no es
recomendable que la perra tenga más de 5 embarazos en su vida.
Como ya he objetado, una hembra perruna que está preparada para
aparearse lo hará notar. Las hormonas olorosas caninas (llamadas feromonas) que expulsa con su orina son reclamos para los perros de su
entorno.
El pene del macho se estimula con el
olor de las hormonas y responde con la erección. Esta erección, sin
embargo, no le garantiza el éxito. Lo normal es que necesite varios intentos
antes de introducir su órgano sexual en la vagina.
Cuando el macho consigue montar a la hembra realiza sucesivos movimientos rítmicos con cada
envestida. La base del pene se hincha y se engancha dentro del cuerpo de la
hembra. La primera eyaculación no tardar en llegar, aunque este líquido
de color claro suele ser estéril, sin espermatozoides. En este momento el macho
se gira y los dos animales quedan en posición opuesta respecto al otro.
Los perros quedan unidos en sentidos opuestos durante
más de una hora. El pene del macho marca el fin del estrecho vínculo cuando
produce la segunda eyaculación
cargada de espermatozoides que puede dejar preñada a la perra. Después cuando
el glande se relaja, pierde grosor y los animales se separan.
Para asegurar que queda preñada, conviene repetir la monta. Lo idóneo es hacerlo a
los dos días del primer encuentro.