“Si la abeja
desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida”. Se desconoce el origen de la misma
aunque muchos se la atribuyen a Albert Einstein.
Por
lo tanto, ¿por qué el hombre sólo viviría 4 años, según la cita? Porque las
abejas son parte fundamental de una cadena biológica y un factor decisivo en la
producción de ozono, oxígeno y alimento de las especies animales. Sin las
abejas no existe la polinización y sin polinización no hay reproducción en las
plantas y sin plantas, la fauna que se alimenta de ellas morirá. Por ello, la
cadena alimenticia se fractura y los seres humanos formamos parte de ella.
La
agricultura Europea depende en 84% de la polinización de los pequeños insectos
y la agricultura mundial en un 70%. La extinción de las abejas conllevaría una
catástrofe alimenticia a nivel global, con una escasez apreciable y una
relacionada subida de precios de los alimentos. Si unimos la vida silvestre
(bosques, campos, selvas, etc.) sería apocalíptico.
Las
abejas desempeñan un papel fundamental en el medio ambiente, contribuyen al
equilibrio ecológico a través de la polinización y su presencia es muy
importante para la preservación de una gran cantidad de plantas, además de
aumentar considerablemente la producción de la mayor parte de los cultivos
agrícolas.
Su
desvanecimiento está provocando pérdidas tanto económicas como de biodiversidad
y una hipotética desaparición sería una catástrofe.
Y
¿por qué razón las abejas están desapareciendo? Existen al menos tres causas
que explican el fenómeno: la “varroa”, un parásito que se extendió desde Asia;
el cambio climático; y los neonicotinoides, una familia de insecticidas
comercializados por las multinacionales.
Esta
despoblación es un síndrome denominado Colony Collapse Disorder (CCD), síndrome
del despoblamiento masivo.
La
“vorrea” es un parásito que chupa la sangre de las abejas produciendo una
debilitación de su organismo dañando su sistema inmunitario pudiendo
desarrollar cualquier enfermedad como daño colateral. Este parásito es el mayor
problema de la agricultura en todo el mundo.
El
cambio climático está relacionado con las precipitaciones y por lo tanto sobre
los procesos de floración el cual dependen las abejas para sobrevivir. Su
alimentación depende directamente de la floración y es un proceso que está
siendo modificado de forma radical. La mortandad en una colmena por causas
relacionadas con el cambio climático puede ascender al 80%.
Los
neonicotinoides es una familia de insecticidas introducidos en los 80, Bayer y
Syngenta comercializaron, por primera vez, una semilla blindada, impregnada con
fertilizantes y neonicotinoides. Su función era prevenir las plagas, pero se ha
convertido en un arma de destrucción masiva de las abejas. Afecta a su sistema
nervioso, las desorienta y no saben regresar.
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